“No puedo con ella”, “Nunca me obedece”, “No puedo ir a ningún sitio con él porque me la lía”, “Creo que se porta mal para fastidiarme”, “Es un desafío constante”, “Con mi hermano se porta fenomenal y cuando llega a casa empieza la lucha”… son un ejemplo de las múltiples frases que se oyen a diario en las consultas de psicología. Padres y madres sobrepasados por las relaciones con sus hijos pidiendo ayuda.
Lo niños y las niñas no quieren fastidiar a sus padres. Al contrario, quieren que sus padres les quieran, les dediquen tiempo, les mimen, se sientan orgullosos de ellos y se lo digan.
Imagen obtenida de http://www.bebesblog.com
Si alguna vez has dicho alguna de las frases con las que empezábamos, espera, para un momento. Piensa. ¿Por qué tu hijo/a se porta así? ¿Qué le pasa? ¿Qué necesita? ¿Qué estás haciendo tú/vosotros para mantener ese comportamiento en ellos/as?
Muchas veces no nos damos cuenta de que nuestra manera de comportarnos con nuestros/as hijos/as está favoreciendo la aparición y mantenimiento de esas conductas negativas en los/las menores. Muchas veces pensamos que los comportamientos de los y las menores tienen como objetivo retarnos, desafiarnos, “ganarnos” y les tratamos como a otros adultos con los cuales parece que estamos batallando. Otras veces para evitar enfados o porque pensamos que de esta manera nuestros hijos e hijas serán más felices, tendemos a darles todo lo que piden que no es igual a lo que de verdad quieren, sólo lo que piden.
Llegan los reyes magos, su cumpleaños y les cargamos de juguetes, en sus habitaciones no caben más muñecos, coches, álbumes de cromos, disfraces, legos, circuitos, garajes, casas de muñecas, cocinitas, mini ordenadores, DS, playstation, bicis, patinetes, patinetes eléctricos, skates, incluso ipads. Queremos que sean felices y les enseñamos a tener todo lo que piden, incluso más. (Inciso: la mayor parte de los niños y niñas de esta generación no saben cuantos juguetes tienen. Piensa. Tú, madre, padre, que estás leyendo estas líneas, ¿sabías tú cuantos juguetes tenías? ¿Verdad que no tenías cajas y cajas repletas de juguetes repartidas por tu habitación y muchos menos por el salón, cocina, habitación de tus padres…? Porque cuando te aburrías del juguete tu imaginación se ponía en funcionamiento y les fabricabas complementos y creabas nuevos juegos.)
Llegado un momento, cuando cada padre y/o madre lo decide, eso empieza a cambiar. Porque lo que piden es más caro o porque decidimos que ya no pueden tener todo lo que piden. Entonces los niños, las niñas se enfadan, se frustran. ¿Por qué ahora no puedo tener lo que pido si antes si lo tenía? Despliegan sus armas para protestar, generalmente los más pequeños sólo cuentan con el llanto y la agresividad… En ese punto el adulto decide qué hacer. Si, en lugar de legitimar sus sentimientos y explicarle que entiende su enfado y permanecer con ellos/as hasta que se calman. Para, posteriormente explicarles el porqué de su decisión y darle la oportunidad al menor de salir de una manera saludable de su enfado. Si en lugar de esto, en cuanto empiezan a llorar o a enfadarse les compramos ese juguete que quieren, entonces le estamos enseñando a que ante un “no” deben enfadarse y llorar mucho.
En otras ocasiones el origen de los conflictos familiares surgen por otro motivo:
Niiños y niñas que apenas pasan tiempo con sus padres/madres.
Los niños y las niñas necesitan estar tiempo con sus padres y sus madres, y que ese tiempo sea de calidad. Dedicarles tiempo a jugar con ellos, que no todo sean órdenes, y quehaceres. El juego con los padres es fundamental para su desarrollo. Necesitan divertirse juntos/as. Si los niños/as no pasan el tiempo necesario con sus progenitores o si ese tiempo no es de calidad una de las respuestas puede ser la tristeza, o el enfado. Los y las niñas se sienten inseguros/as por no sentirse cerca de sus progenitores y esta inseguridad en ocasiones puede manifestarse de manera agresiva.
Estas son algunos de los motivos por los que los/las hijos/as pueden comportarse de la manera descrita. Si te has sentido identificado leyendo este post podemos ayudarte. Juntos averiguaremos el porqué del comportamiento de tu hijo/a y analizaremos el vuestro (padre/madre). Posteriormente podremos trabajar juntos para fomentar recursos personales saludables de afrontamiento y de solución de problemas en vuestro/a hijo/a así como daros herramientas y pautas a vosotros para tratar y relacionaros con vuestro hijo/a de una manera adecuada que facilite una sana relación familiar.
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